¡Buenas noches queridos bloggers! El otro día estuve viendo una película que me gustó mucho. Se llama ágora y trata sobre la primera filósofa conocida de la historia, Hipatia de Alejandría. Al parecer es una película española dirigida por Alejandro Amenábar, os la recomiendo. Aquí os dejo el trailer:
Imperium Romanum
jueves, 24 de abril de 2014
La Hispania Romana
¡Buenas noches queridos bloggers! Vamos a hablar a continuación de Hispania, nuestra gran España en épocas del Imperio Romano...¡espero que os guste!
Para comenzar podemos decir que Hispania fue conquistada a finales del siglo III a.C. a medod de una invasión estratégica para cortar las líneas de abastecimiento cartaginesas que sostenían la invasión de la Península Itálica por Aníbal durante la Segunda Guerra Púnica. Sin embargo, la península fue totalemente conquistada por los romanos tras dos siglos de guerras extremadamente violentas, tras los cuales las culturas prerromanas fueron casi exterminadas. Los territorios romanos permanecieron hasta la entrada de las primeras tribus bárbaras en el siglo V.
Cabe destacar que los romanos, las mismo tiempo que dominaban la península ibérica, aportaban sus costumbres, su economía, su legislación, su arquitectura y su arte. Es por esto que los españoles poseemos un importante legado cultural romano como por ejemplo nuestra lengua romance descendiente del latín.
Cabe destacar que los romanos, las mismo tiempo que dominaban la península ibérica, aportaban sus costumbres, su economía, su legislación, su arquitectura y su arte. Es por esto que los españoles poseemos un importante legado cultural romano como por ejemplo nuestra lengua romance descendiente del latín.
En cuanto a la organización, los romanos organizaron Hispania en provincias gobernadas por pretores, es decir, virreyes en nombre de Roma. Las provincias romanas de Hispania fueron:
Dentro de estas provincias nos encontramos ciudades que actuaban como núcleos exportadores de la nueva cultura y como núcleos defensivos. Un ejemplo es Carteia en el período de la república, una ciudad que ofrecía recursos mineros y agropecuarios. Esta ciudad, dado su desarrollo, atrajo numerosos emigrantes romano-itálicos unidos a soldados asentados en la península.
Las ciudades se dividían en función de su categoría jurídica; así las colonias y municipios romanos no pagaban tributos, las ciudades de derecho latina estaban por debajo de estas últimas, más baja aún estaban en ciudades de peregrinaje sin ningún tipo de privilegio jurídico, por último, las más bajas eran las stipendiariae, obligadas a pagar un tributo a Roma y aportar soldados al ejército.
Para concluir, podemos decir que el hecho más importante del asentamiento de los romanos en la península es la latinización, es decir, el proceso gracias al cual se perdieron los idiomas indígenas a excepción del euskera y sus sustitución por el latín, del cual se derivarán las distintas lenguas romances como el castellano. Este proceso comenzó en el 218 a. C. y continuó hasta la unión de Hispania al Imperio Romano en el 19 a. C. durante el gobierno de Augusto.
Legionarios Romanos
¿Cómo vais bloggers? Hoy os traigo un tema que me atrae mucho, se trata de los legionarios, los militares del Imperio Romano...¡Espero que lo disfrutéis tanto como yo!
Para comenzar, la conversión a legionario era el sueño de todo romano pues significaba tener un trabajo bien pagado y vivir aventuras durante los 20 años que duraba el servicio. El premio por este servicio era una bolsa llena de denarios, un gran lote de tierras para cultivar y un par de esclavos. Sin embargo, este sueño estaba lejos de la realidad debido a que exigían mucha calidad a sus candidatos; por tanto, preferían la calidad a la cantidad.
Los requisitos legales para aceptar a los romanos como legionarios eran, el más importante ser ciudadano romano y soltero. Exigían también que el candidato tuviera una especie de certificado de buena conducta y recomendaciones. En cuanto a los requisitos físicos exigían un recluta delgado pero fibroso de estatura mínima de 1,70 y entre 16 y 20 años.
Para realizar las primeras pruebas se desplazaban a la capital de su provincia y allí se les entregaba un stipendium o dieta y eran enviados al cuartel general de la legión a la que se habían inscrito; allí se les sometía a nuevos exámenes y si aprobaban eran aceptados oficialmente como reclutas que debían hacer un juramento solemne de defender Roma contra sus enemigos.
En cuanto al entrenamiento, los primeros meses eran durísimos. Los reclutas eran formados, moldeados física y mentalmente para ser perfectas máquinas de matar, para ser los mejores soldados de la historia. Vivían en campamentos y cada 8 legionarios formaban una familia que debía aprender a convivir, se llamaba contubernium. Durante estos primeros meses los reclutas padecían ampollas, calambres, contusiones...por lo que ¡los médicos de la legión tenían mucho trabajo!
Los reclutas tenían que hacer instrucción dos veces al día; sin embargo, los veteranos una, lo que les dejaba más tiempo libre para emplearlo en jugar, en trapichear con algún barril de vino "extraviado" del depósito de la legión o en ocuparse de alguna dama necesitada... y si ésta, hispana, gala o griega, se quedaba embarazada y formalizaba una relación estable obtenía automáticamente la ciudadanía.
Como bien os dije antes, el ejército romano era muy bien pagado; además recibían donaciones o partes del botín, premios... aunque la mitad de estos extras se guardaban obligatoriamente en la caja de la legión para pagar sus honras fúnebres en caso de muerte o para asegurarles el retiro al licenciarse. Un ejemplo es el salario de los militares romanos en tiempos de César:
Legionario 225
Pretoriano 500
Centurión 1.250 / 2.500
Primi Ordines 5.000
Tribunus semestris 12.500
Tribunus laticlavius 30.000 / 50.000
Tribunus angusticlavius 25.000
Praefectus castrorum 30.000
Praefectus alae 25.000 / 30.000
Tribunus cohors urbanae 50.000
Tribunus cohors praetoriae 50.000 / 75.000
Primus Pilum iterus 50.000 / 75.000
miércoles, 23 de abril de 2014
¿Cómo hacer un disfraz de legionario romano?
¿Qué tal os va bloggers? Aquí os dejo un manual muy sencillo para vuestro próximo disfraz...un legionario romano, ¡todo un honor llevarlo puesto!
Para comenzar, los legionarios eran los soldados de infantería del ejército romano, una fuerza militar profesional de hombres entrenados. El atuendo militar del soldado romano consistía en siete piezas básicas de atavío y equipo, que incluían una túnica roja, sandalias y algunas piezas pequeñas de armadura.
Para vestir como un auténtico legionario romano vas a necesitar: una camiseta roja que te quede grande, sandalias con tiras largas, tiras de cartón y papel de aluminio.
Bueno, ahora que ya sabemos qué vamos a necesitar continuemos con las instrucciones para nuestro fantástico disfraz:
- Primero, pruébate la camiseta roja. Debe llegar más abajo de la cintura, justo por encima de las rodillas. Esta es la túnica básica que usaba la mayoría de los hombres en la sociedad romana. A continuación, cálzate las sandalias, llamadas “caligae” (botas). Casi cualquier bota moderna de cuero servirá, pero las que tienen tiras largas para atar alrededor de tus tobillos lucirán mejor.
- Corta ocho tiras de cartón delgado de 2 pies de largo y 2 pulgadas de ancho y cúbrelas con papel aluminio. Esta es la parte de la armadura llamada “lorica segmentata”, que cubre el pecho y el estómago. Une las tiras con alambre por la parte posterior, a lo largo de los costados y del frente. Ponles sujetadores para alambre para que puedas cerrarte la armadura por delante. A continuación, corta seis tiras adicionales de cartón de 14 pulgadas de largo y 2 de ancho y cúbrelas con papel aluminio. Une estas piezas de a tres con alambre para colocarte sobre los hombros, y únelas a la “lorica segmentata” con más alambre.
- Ponte el casco de construcción con el visor hacia atrás y pégale protectores faciales triangulares en el frente y sujétalos alrededor de tus mejillas. Corta los protectores faciales en cartón y cúbrelos con aluminio. Usa un trozo de alambre para unirlos en los extremos puntiagudos debajo de tu barbilla.
- Haz un agujero en la parte superior de las tiras de cuero de 14 pulgadas y únelas al cinturón con alambre, para usar en la parte frontal. Este delantal servía como una protección rudimentaria debajo de la cintura. Une 4 arandelas a cada tira con alambre, con una separación de 2 pulgadas entre cada una, aproximadamente.
- Ponte el cinturón grande sobre un hombro y colócate la vaina colgando de la cintura. Una vaina es una funda para guardar la espada. Termina el disfraz con una espiga de madera de 6 pies. Esta es una alternativa segura a las armas puntiagudas usadas por los soldados romanos llamadas “pilum”.
Fuentes: www.ehowenespanol.com
Escudos romanos
¡Buenas noches queridos bloggers! Hoy os voy a hablar sobre los escudos romanos, bastantes resistentes por cierto....¡espero que os guste!
Hasta ahora sabemos que el Imperio Romano tuvo tanto éxito y prestigio por su expansión militar. Estos militares, para garantizar su triunfo precisaban un armamento sofisticado y un buen equipo de protección, incluidos los escudos que protegen a cada soldado mientras les ofrece la flexibilidad necesaria para golpear al enemigo.
Los escudos utilizados por los soldados del Imperio Romano, los Legionarios, se llamaban scuta o scutum. Fueron diseñados para cubrir todo el cuerpo y se construyeron con la intención de ser utilizados por un grupo de soldados apiñados. Cabe destacar que a pesar de que comenzó con una forma ovalada, se convirtió más tarde en una forma cuadrada.
La base de la scuta eran pequeñas tiras de madera delgadas muy pegadas, de tal manera que los granos de cada pieza de madera estuvieran en ángulo recto una con la otra para asegurar su resistencia. La pantalla entera se vio reforzada luego con material de hierro y de bronce y una ranura pequeña se cortaba en el medio para la correa de mano; ésta estaba cubierta por lo general con un diseño de oro o de plata.
Y... ¿para qué los utilizaban? Los romanos tenían varias posiciones tácticas que requerían el uso de muchos soldados de bloqueo con sus escudos juntos. Uno de ellos fue la tortuga, en la que los soldados en una plaza de formación se mantendrían con sus escudos en el aire, excepto para aquellos en la primera línea, que se mantendrían en sus escudos hacia abajo.
El diseño de la scuta de cada soldado era diferente del siguiente. Cada legión, o un grupo de legionarios tenían un diseño de uniforme, hecho de oro o de plata, por lo general representando a los dioses Júpiter o Marte. Los escudos también llevaban el nombre del soldado, así como el nombre de la legión a la que pertenecía.
martes, 22 de abril de 2014
Algunas curiosidades....
¿Qué tal os va bloggers? Hoy he estado investigando acerca de algunos datos curiosos sobre el Imperio Romano....francamente, ¡muy interesantes!
- Curiosidades Gastronómicas
Un tanto grotesco pero cierto, sabemos que los romanos adinerados se provocaban el vómito para poder seguir comiendo en los banquetes…un ejemplo fue el emperador romano Vitelio, quien se introducía una pluma de ave en su garganta para provocar el vómito. Estos señores se provocaban el vómito en el Vomitorium.
Según fuentes el Emperador Maximino llegaba a ingerir 16 kilos de carne y 32 litros de vino en una sola comida. En un desayuno, el Emperador Albino ingirió: 500 higos, 100 melocotones, 10 melones, 48 ostras y 2 kilos de uva.
También podemos destacar que en existían una gran cantidad de platos exóticos, como los sesos de alondra con miel, lenguas de flamenco o ruiseñor, talones de camello, cresta de aves, pezones de cerda….
- Derecho Romano
- Curiosidades Sexuales
En cuanto a temas sexuales, podemos comenzar por destacar que el símbolo de Pompeya, la antigua ciudad romana de la que hablamos ayer, era un pene con alas. Con él, pretendían evitar el mal de ojo por las envidias de su prosperidad.
Los romanos distinguían 3 tipos de besos: El osculum, que se daba en la mejilla entre amigos; el basium, en los labios; y el suavem, que se daban los amantes. En tiempos romanos, la prostitución era considerada como un bien social.
Por último, sabemos que los romanos juraban decir la verdad apretándose los testículos con la mano derecha.
- Curiosidades Matrimoniales
Si el marido en la noche de bodas no era capaz de desflorar a su esposa, ésta consumía el coito con una imagen de madera del dios Priapo, representado con un enorme pene erecto.
Las mujeres romanas, para evitar quedarse embarazadas, buscaban amantes espadones, es decir, castrados en edad adulta. Siguiendo con las esposas, dentro de una cultura muy machista, la mujer pasaba del poder paterno al del marido, y si se quedaba viuda al de su hijo mayor.
Las mujeres romanas, para evitar quedarse embarazadas, buscaban amantes espadones, es decir, castrados en edad adulta. Siguiendo con las esposas, dentro de una cultura muy machista, la mujer pasaba del poder paterno al del marido, y si se quedaba viuda al de su hijo mayor.
- Higiene y Cosmética
Los romanos se lavaban diariamente la cara, las piernas, los pies y los dientes con un trapo y una palangana; cada 8 días, por prescripción médica, se lavaban todo el cuerpo en un recipiente. Es a partir del s.III a.C. se pone de moda la costumbre del baño y los ricos construyen bañeras en sus casas.
Los romanos se lavaban los dientes con orines siendo los de la Hispania los más cotizados; éstos eran envasados en ánforas precintadas y eran repartidos por el Imperio.
Para los romanos, bañarse no era sólo cuestión de higiene, era una de sus actividades de ocio predilectas. En los baños públicos romanos se compartía una esponja sumergida en un balde de agua con sal para compartir la limpieza de la parte noble de las nalgas.
Las letrinae eran los retretes, públicos o privados, construidos de madera, piedra o mármol. Los sirvientes se sentaban previamente para que cuando sus amos los usasen estuviesen calientes.
Las mujeres fabricaban su propio maquillaje con vinagre, miel y aceite de oliva. Para conseguir un color blanquecino en la cara usaban plomo, excrementos de cocodrilo, harina o polvos de talco. Conseguían los pintalabios con frutas podridas, heces del vino o minio.
La depilación era utilizada tanto por hombres como por mujeres, al considerarse cuestión de higiene, mediante pinzas de depilar, cera o resina, cáscara de nuez quemada, cremas depilatorias… sin embargo, las mujeres romanas consideraban bello que las cejas estuvieran unidas sobre su nariz, para conseguir tal efecto utilizan una mezcla de huevos de hormiga machacados con moscas secas.
Fuentes: www.cienciapopular.com
Fuentes: www.cienciapopular.com
lunes, 21 de abril de 2014
¿Qué pasó en Pompeya?
¡Buenas noches queridos bloggers! Me he tomado un descanso por las fiestas de Semana Santa, pero aquí vuelvo con un tema bastante interesante: Pompeya, una ciudad que quedó cubierta por las cenizas del Vesubio.
Para comenzar, podemos decir que Pompeya se originó en la época etrusca y sus ciudadanos descendían de los pueblos prerromanos y de los colonos romanos. Se asentó alrededor del río Sarno, que permitía que Pompeya fuera el puerto en el que atracaban los barcos con mercancías que recogían los productos agrícolas y las manufacturas de la ciudad. Sin embargo, cerca de esta ciudad se encontraba su más letal enemigo: el volcán Vesubio; éste se erguía a unos 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Este volcán sepultó Pompeya el 24 de agosto del año 79 d.C. Actualmente conocemos bien los detalles de este acontecimiento gracias al testimonio de Plinio el Joven. A continuación os expongo lo que sucedió:
Primero, la zona sufrió temblores de tierra durante varios días y se secaron los manantiales, señal del aumento de presión en el interior del cráter. Después, antes del mediodía del 24 de agosto, hubo una gran explosión. En el monte se abrió otro cráter y un chorro de gas caliente arrojó millares de toneladas de piedras a miles de metros de altura. Una nube en forma de paraguas ocultó el sol, y a continuación los detritos empezaron a caer al suelo.
A media tarde, Pompeya quedó enterrada bajo seis metros de piedra pómez y cenizas. Herculano, la ciudad de al lado, se libró de esto pero fue arrollada por el barro ardiente, que la sepultó a 15 metros de profundidad, endureciendo como una roca todo cuanto en ella había. Aquí, el proceso fue relativamente lento y la gente pudo huir; sin embargo, en Pompeya murieron unas 2.000 personas, algunas aplastadas por las piedras, pero sobre todo asfixiadas por los gases o sofocadas por las cenizas.
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